Ruido en bares y restaurantes
Seguramente todos hemos podido disfrutar de buenos momentos en cualquiera de los excelentes bares y restaurantes de los que podemos presumir en España. Pero, ¿hemos podido comunicarnos a gusto con nuestros acompañantes? ¿O, por el contrario, el ruido en bares y restaurantes acumulado de múltiples conversaciones a nuestro alrededor nos ha obligado a elevar también nuestra voz?
Este es un problema muy habitual que en el argot técnico se conoce como efecto cocktail party y que se da en espacios con una ocupación relativamente alta (como puede ser un bar o un restaurante) y con un deficiente acondicionamiento acústico (concepto que explicaremos ahora). Este problema se puede mejorar mediante un adecuado “Acondicionamiento acústico” del recinto, mediante el cual nuestros clientes podrán disfrutar de un ambiente más relajado y agradable.
2.1. El problema: ruido reverberante
La base del problema está en el excesivo ruido reverberante del recinto: sonidos que van desde la fuente sonora hasta el observador después de la reflexión en una o varias superficies de la sala objeto de estudio.
Como se ve en la Ilustración 1, el campo directo (el que viaja directamente desde el emisor hasta el receptor) es sólo una parte del sonido que percibiría el oyente, mientras que el resto son sonidos reflejados.
El nivel del campo sonoro reverberante y, por lo tanto, su grado de influencia en el nivel sonoro total en el interior de local, depende del tiempo de reverberación del recinto, es decir, de los coeficientes de absorción acústica de los materiales que se hayan empleado en la construcción del mismo.
La fórmula de Sabine describe este fenómeno:
Donde:
V = volumen del recinto en m3
αi= coeficiente de absorción de la superficie “i”
si = área de la superficie “i” en m2
m = constante de atenuación del sonido en el aire en m-1
En general, podemos decir que a menor coeficiente de absorción acústica de los materiales (α), mayor nivel sonoro reverberante en el interior del local. En pocas palabras podríamos decir que el sonido de las conversaciones se amplificaría. Si queréis saber un poco más sobre este tema podéis ir a la publicación Materiales absorbentes acústicos: aislantes que no aportan aislamiento acústico.
Por otra parte, aunque se trata de una materia relativamente nueva ya hay leyes que regulan este problema, y que fijan un tiempo de reverberación máximo en función del uso del recinto (siempre para nuevas actividades).
Algunos ejemplos son:
• Código Técnico de la Edificación – Documento Básico de Protección contra el Ruido (DB-HR).
• Ley 5/2009, de 4 de junio, del Ruido de Castilla y León.
• futuro Reglamento de Protección Contra la Contaminación Acústica en Andalucía (versión borrador 6, 23/03/2011)
Con lo cual, el excesivo ruido reverberante en el interior de un restaurante o bar no sólo es una cuestión de confort, sino que también empieza a ser un imperativo legal. Por eso, será un apartado más a analizar en los proyectos.
2.2. La solución: Acondicionamiento acústico
Acondicionar un local consiste en mejorar las características de sus revestimientos con el fin de lograr una mejor calidad del sonido en su interior. En el caso de un bar o un restaurante, el objetivo es reducir el nivel de ruido reverberante.
Una buena forma de mejorar la acústica interior de cualquier recinto consiste en mejorar el coeficiente de absorción del techo, ya que normalmente suele ser la mayor superficie y que admite algún tipo de tratamiento. Por supuesto, si fuera aconsejable, también pueden tratarse otras superficies, como paredes o suelos.
Ilustración 2: Diseño de un techo con propiedades acústicas.
Además, hay infinidad de posibles soluciones a instalar, con multitud de formatos, materiales, colores y sistemas de colocación. Los hay de fibras minerales, de base textil, de madera perforada… con lo cual, se trata de un aspecto que muy bien puede integrarse en la decoración y ambiente del recinto.
Ilustración 2: Resultados de la instalación de un techo con propiedades acústicas.
Sin embargo, es muy importante seleccionar revestimientos con las prestaciones acústicas adecuadas a las necesidades y en cantidad suficiente para llegar al objetivo exigido, y ahí es donde entra en juego la aportación de un experto en la materia.
Estoy realizando un trabajo sobre las complicaciones de abrir un bar para una clase que tengo y el profesor nos pidió contactar a un autor que escribiera sobre nuestro tema y los encontré a ustedes. ¿Me preguntaba si me podrían resolver algunas dudas que tengo?
¿Ustedes opinan que el principal problema que tienen los bares en cuanto a su ambientación acústica es culpa de los arquitectos que lo diseñan?
Me harían un gran favor al responderme. Gracias!
Estimada Alejandra,
Los arquitectos nunca deberían ser el problema, sino que deben ser la solución.
A veces el problema es que la acústica se olvida en los proyectos de arquitectura, no solo en bares y restaurantes, sino en casi todos los proyectos.
El diseño de un espacio habitable debe satisfacer todos los requisitos de seguridad y habitabilidad para el uso al que están destinados y el ruido es uno de ellos. Por eso la acústica y el ruido deben formar parte de cualquier proyecto de diseño de un espacio, máxime cuando en este espacio se van a generar altos niveles de ruido y se van a concentrar muchas personas.
Por lo tanto el proyecto de un bar o de un restaurante siempre debería comprender los siguientes aspectos:
– Aislamiento acústico y niveles de emisión al entorno: Se debe proteger al entorno de la actividad del ruido y vibraciones que se produzcan durante su funcionamiento.
– Acondicionamiento acústico: Se debe proteger a los propios usuarios de la actividad, diseñando un espacio que tenga una acústica agradable y que «suene» bien.
Esto siempre es más fácil de conseguir en la etapa de proyecto, y por lo tanto los arquitectos deben ser la solución al problema.
Un saludo.